¿Estamos locos, o qué?
Verás.
Ha sido entrar y ya te has fijado en ella.
Has pensado…” ¡Por qué no, puede ser divertido!”.
Ahí está, desafiante.
No puedes apartar la vista de ella.
Colgada de la pared...
Una diana para dardos.
¿Jugamos?, dice alguien.
Venga, va.
Ya estás en posición, dardo en mano.
Te concentras, apuntas.
¿Dónde? Al centro, por supuesto.
En tu cabeza está el tiro perfecto.
Lanzas.
¡Fiuuu!¡Pam!
…
¡Vaya! Demasiado, lo que sea.
La gente se aparta.
Vaaale.
Te preparas para el siguiente tiro.
No puedes lanzar igual, tienes que cambiar algo. No tan alto, un poco más fuerte, el dardo menos inclinado…
Vuelves a lanzar.
¡Fiuuu!¡Pum!
Mejor, pero no es lo que querías.
Sigue ajustando.
Coloca mejor los pies, un poco más erguido, los hombros más relajados.
Espera… ¿Estoy jugando a los dardos o en Pilates?
Pues igual las dos cosas.
A fin de cuentas, cuando entrenas no lanzas nada, pero hay que hacer, evaluar y corregir… para acertar en el blanco.
Estoy tirando del cuello. A ver si bajando los hombros…
Me molesta la lumbar. A ver si coloco la pelvis de esta otra manera…
Me he perdido. A ver si más despacio sale…
A Albert Einstein se le atribuyen muchas frases célebres.
Como esta:
"La definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes".
No es fácil cambiar algo en ti, sea lo que sea. Requiere tiempo y práctica.
No cualquier práctica. Sólo la práctica consciente te da la información que necesitas.
Repito… te da la información, no la solución.
Pero con eso ya estás más cerca.
Que no es poco.
Feliz día.
Rober.
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PD2: Este otro es imprescindible. Es lo que nos dicen los que contratan.
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