Pilates León

Tras la puerta

Publicado por Ana Belén el 12 de ene.

Vamos a ver.

Entrenar es incómodo.

La incomodidad no es popular. Mínimo esfuerzo, cero molestias.

 ¿Máximo beneficio?

 Pero, pero, pero…

Hay que entrenar.

Estar incomodo.

 Ahora bien, hay que distinguir entre la incomodidad del entrenamiento y el dolor.

¿En serio? En serio.

Te sorprendería saber cuántas personas no lo distinguen. La percepción del dolor y la incomodidad es subjetivo, personal.

Aparece la negativa de hacer un ejercicio.

El miedo es libre, dicen.

Pero tú, no.

Me duele, me va a doler y la peor … no puedo. Tengo no se que lesión que me hice no se donde hace no se cuánto.

Y sí...es cierto, tienes la lesión, pero no te mueves y  ahí pierdes.

 Las cosas van a peor si no las enfrentas.

Evita el dolor moviéndote.

Vas a estar incomodo, acéptalo.

Descubre tu limite, el de hoy.

Tú lo enfrentas. Tú lo entiendes. Tú lo controlas.

Te presto mi confianza. Entra en tu miedo. Rescata tu movimiento.

Sólo con el conocimiento y la experiencia puedes guiar a otros. Tu tienes que abrir la puerta que otros traspasarán.

 

¿Sabes que puerta abrir?

 

Para empezar prueba con esta puerta, curso de suelo.

Si ya has abierto algunas puertas el curso de reformer te abrirá más.

 

PD1.: Las puertas arriba, en los enlaces. Escoge la tuya.


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