¿Y las llaves?
Veras…
Si hablamos de organización y orden los japoneses son maestros. Cada cosa en su lugar. Gracias Marie Kondo.
No soy japonés… al menos, no todo el tiempo.
Todos hemos experimentado ese momento en el que salimos de casa y ¡zas!, las llaves parecen haberse esfumado.
“Si las deje aquí.”
Buscas por todos los lugares de la casa: por donde has estado y por donde no. Por supuesto con prisas, que salimos justos de tiempo.
Aumenta la tensión. Has mirado por todos los rincones de la casa, hasta en los imposibles ¿Cómo van a estar en el cajón de los cubiertos?
A estas alturas en casa ya todos saben que has perdido las llaves. Te ayudan en la búsqueda y así te marchas antes.
“¿Miraste en el cajón del zapatero?”
“Si, ya miré… dos veces, no me entretengas.”
“Están aquí.”
“¿Dónde?”
“En el cajón del zapatero.”
…
El caso es que sí que miré y fueron dos veces. Miré con prisas y sin fijarme, seguro de que allí no estaban.
¿Te suena familiar? También lo has vivido en tu práctica de Pilates.
Perder las llaves no, ir con prisas y no fijarte.
Pensar que no podías doblarte o estirarte más. Entonces va el instructor y... ¡sorpresa! Sí que podías moverte más.
A veces, el movimiento que buscas ya está contigo, solo necesitas encontrarlo.
Tienes más movimiento del que crees.
No hay que mirar dos veces.
Hay que mirar mejor.
Feliz día.
Rober.
PD1: En nuestro curso de suelo puedes ayudar a otros a encontrar las llaves.
PD2: Si han perdido otra cosa puede estar en el curso de reformer.
