¿Pero tú te has escuchado?
Prueba esto.
Graba un mensaje de voz en tu móvil.
Escúchalo.
¿Te reconoces?
Si eres como yo te preguntaras quien habla. A veces, nuestra percepción y la realidad no coinciden.
Hay un escaparate cerca de mi casa. Es como un espejo. Puedes verte entero.
Cuando salgo a correr y paso por delante me preparo como si me fueran a grabar en video.
Postura erguida, elegancia, agilidad en el paso… me siento como una gacela deslizándose por la sabana.
Me miro al espejo. La gacela se ha convertido en un elefante en plena estampida.
¡Vaya, no es lo que imaginaba!
Creemos que nos movemos de una manera y la realidad puede ser otra. Movernos mejor pasa por no dar nada por sentado. Estar alerta y sentir que tu cuerpo hace lo que le pides.
Hacerte preguntas mientras entrenas.
¿Qué pasa si llevo los hombros más adelante?
¿O atrás?
¿Mi postura es la adecuada para lo que estoy haciendo?
Responde a esas preguntas.
No con palabras. Haciendo pequeños ajustes. Como cuando metes la mano en el bolsillo y compruebas que llevas las llaves (otra vez las llaves).
No es hacer el movimiento perfecto, pero sí estar más cerca de lo que somos capaces.
La responsabilidad del instructor no sólo es corregir.
Es plantear las preguntas correctas.
Es ponerte delante del espejo.
Es darte autonomía.
No es entrenar, es algo más.
Gran día.
Rober.
PD1: Transmite tu reflejo a los demás con nuestro curso de suelo. Comenzamos el 17 de febrero.
PD2: Si te gustan nuestros correos puedes ver los anteriores y alguna cosa más en nuestro blog.
PD3.: Si esperas se te pasa.
